CHISTES

 

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REGIDOR

Cuentan que una vez un Regidor de Copainalá, no conocía muy bien sobre ortografía, pero tenía su secretaria que era la que le ayudaba a concertar las citas, cierto día llego un grupo a pedirle una audiencia a lo cual dijo que los iba atender el día viernes; al momento le pidió a su secretaria que lo anotara en su agenda, a la que la secretaria preguntó, Disculpe señor regidor ¿Viernes se escribe con "b" de burro o "v" de vaca?, a lo que el regidor muy preocupado por no poder responder, le dijo a la secretaria, mejor deja la cita para el día lunes.

ANDRÉS Y ANGULO

Estos eran dos amigos que se dejaron ver por cierto tiempo, pero al encontrarse de nuevo se acordaron de las cosas que hacían cuando eran niños, entre las formas en que jugaban era de decirse rimas y el que dijera algo que no rimaba, perdía... Andrés empezó a insistir que Angulo le dijera una rima, Angulo se resistía pero al fin accedió.

- Andrés, Andrés el agua te llega hasta los pies.

Angulo dice, - ahora te toca a tí.

dice Andrés, - Angulo, Angulo el agua te llega hasta los pies.

- ah, pero eso no rima. perdiste...

- Andrés le dice, espera que suba el agua y vas a ver como va rimar.

COMERCIANTE COPAINALTECO

Cuentan que una vez un comerciante copainalteco tenía que enviar un telegrama a la ciudad de Puebla, pero era tan tacaño que no queria escribir muchas palabras, por lo que el texto de su telegrama fue el siguiente:

I? saludos.

puede usted leer el telegrama?... Pues mire el comerciante escribía lo siguiente, solo quería saber por que en su pedido no habia llegado una tina.

y la tina? saludos.

COPAINALTECO EN LA CIUDAD DE MEXICO.

Cuentan que una vez un copainalteco ya grande de edad, que era una figura (por lo flaco) se fue a la ciudad de México, pero estaba tan emocionado que vean lo que paso, se paro a ver en una calle a todas las mujeres guapas que pasaban por ahí, cuando de repente una señora muy elegante pasó en un coche de lujo y le dijo que se subiera y que la acompañara a su casa, al llegar a su casa la señora le dijo, - quitese la camisa, los zapatos y el pantalón.

el copainalteco muy emocionado se desvistió rápidamente, ya desvestido la hermosa mujer le dijo que lo esperara, que regresaría en un momento.

Cuando la mujer regreso, traía un niño como de 4 años, el cual venía llorando, la mujer se dirigió al niño señalando al copainalteco.

- si te sigues portando mal, te vas a quedar como este viejito todo flaco y puro hueso.